Román

ROMÁN. Román es como me llamo, pero me dicen de muchas maneras: Romani, Pollo, Pol, Pollito, Dol. Esa es ya una costumbre en nuestro pueblito. Cuando mi mamá está enojada porque me peleo me dice pek´, que es perro; y si no hago algo bien me llama tzi´i´min, caballo.

         El lugar donde tengo mi casa se llama Xohuayán, y en la escuela aprendí que los “xohuaimilos” vivimos en una como casa más, mucho más grande a la que le dicen Yucatán. Nosotros hablamos maya, pero no sé si en otros lugares también lo hablen. En Kancab, Canek, Cantemoc o Candumbalam y otros ranchos y pueblitos que están por acá sí lo hacen, igual que aquí.

         Yo ya voy a la escuela, y también a la milpa de cerca. A la de lejos no nos lleva mi papá porque son muchas leguas y nos cansamos; dice que hasta dentro de un año. Sólo se va con mi mamá y nos dejan en casa de mamá moza, mi linda. A la milpa de cerca sí voy con mi papá, cuando no hay clases. Aquí los maestros faltan bastante, casi no vienen porque la escuela está lejos de su casa.

         En la milpa me pongo a deshierbar, a juntar palos y a leñar, a llevarle agua a mi papá, a buscar madrigueras de conejo, y nidos de codorniz. Los nidos los hacen en las matas bajas pero tupidas, y cuando le llega su tiempo a la codorniz pone un huevito diario hasta completar diez o doce. Por eso vemos que si no hay diez, nunca los agarramos hasta que se completan, o cuando sabemos que ya no están poniendo.

         A todos nos gusta comer los huevitos, sólo que mi abuelo, mi señor, se enoja. Dice que los niños no hacemos otra cosa más que buscar y robar los nidos de codorniz, y si seguimos con lo mismo se van a acabar estos animalitos. Yo no creo esto porque las codornices están en el monte y siempre veo muchas. Pero para que esté contento los dos hicimos un plan: cuando encontramos un nido, una vez lo llevamos a la casa y a la otra lo dejamos. Eso es bonito, así de nuestra milpa siempre seguirá saliendo vida.

Publicado originalmente en Román un niño del Puuc, para la serie Libros del Rincón. Consejo Nacional de Fomento Educativo (México), 1997.

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